Rosa Benítez, luchadora popular, testimonio vivo.
"Ya no se acuerda de mi, verdad Félix Cesario". fueron sus palabras introductorias, mientras alistaba unas camisetas para venderlas en la conmemoración popular de hoy. y así fue que el hombre de la mirada triste y barba cansada tuvo que retroceder 30 años, exactamente un 18 agosto de 1983.
A mi, se me olvidó el objetivo por el cual me acerqué a la carpa. preguntar por el precio de una camiseta con la imagen de Fidél. y mi mente acompañó el relato de ella, que lo tenía tan presente como el día mencionado.
"Cuando lo agarraron a él, en el parque central, corrí junto con el y los chafas que lo capturaron" relató, en relación a la desaparición temporal que sufrió Felix esa fecha triste. Y agregó "los seguí hasta el congreso, en eso uno de los chafas me vió y me dijo: cuento tres y te hacés pedo de aquí".
Felix Cesario sobrevivió los días y noches de terror impuesto en Honduras, con la implementación de la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN) en el decenio de los años ochenta.
Como no daba comienzo la manifestación, quedé atrapado con su testimonio, no era para menos, hablaba del mismo personaje que me encontré en noviembre de 1992 en el Seguro Social aquí en Tegucigalpa y que hoy, es mi papá.
"Recuerdo que tomé un taxi rumbo a la universidad y fuí al Sindicato y le avisé a Fermín (Lanza) y a Héctor (Hernández)". además añadió "al día siguiente del secuestro, el SITRAUNAH realizó una movilización numerosa, exigiendo su libertad". El poeta de la ternura, para ese entonces trabajaba en la UNAH y era miembro activo del Sindicato de la máxima casa de estudios.
Eran esos días en que los payasos del terror, los fantoches sin máscara se enseñoriaban por las calles de una Tegucigalpa oscura y sangrienta. En donde uno salía de casa, dando quizá el último respiro de patria digna, y resignado, salía en feroz combate hacia las bestias verde olivo. La triste e inhumana década de los 80.
"No se acuerda verdad Félix", replicó resignada ella. "Soy Rosa" e inmediatamente el viejo, como niño indefenso extendió sus brazos y la abrazó tiernamente. Como acto seguido, tomé mi cámara y plasmé esta imagen con memoria.
Pero también entendí, que no todas las rosas tienen espinas.
15 de septiembre de 2013.
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