A 46 años de su primera publicación, presentamos este viento fresco revisado por su autor antes de su muerte. Fue un regreso hacia su consagración de los años setenta de la mano de la poesía con amor a pueblo.
La
edición que tienen en sus manos, refleja tantos sueños resumidos en pláticas,
café y nuestras terquedades. Éramos huérfanos en este país digno de mejores
tiempos, con hombres y mujeres que lo amen a corazón abierto “en estos días de
ternura ausente”, como lo hizo Félix hasta el final.
No me
atrevo a llamar la presente obra una edición póstuma, su autor se dedicó a
corregir, con lápiz lila –su color favorito- estos escritos hasta dejar
plasmada su propia muerte vista en el poema “Antes y después que vuelva al
polvo”.
Félix Cesario se dedicó tiempo completo, una vez
jubilado de la docencia universitaria, a trabajar su poesía. En muchas noches y
madrugadas fui testigo de verlo desafiar la página en blanco –que era
desafiarse a sí mismo-. Guardo para siempre sus confidencias, sus pocos ratos
de reposo, su dignidad de luchador para que la palabra salga victoriosa y
aplastante contra quien se atreva a silenciarla.
Reciban
pues la segunda edición de Carcelaria.
Con ello dejo constancia de haber cumplido su deseo de publicarla, en este
nuevo inicio del camino donde me quedo con su amor y la promesa de encontrarnos
para hacer la confesión tierna de niños jugando a las escondidas. Todo esto
mientras apreto el puño y grito en silencio el dolor de la partida.
Disfruten
su lectura y amen por sobre todas las cosas. Para que valga la pena seguir
viviendo.
Macuelizo, Valle de Ángeles, 27 de julio, 2023.
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