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"América de Noche" es ahora un triste silencio

El periodista José Oscar Morán Méndez

Uno queda huerfano de amigos. Me doy cuenta de ello cada sábado, cuando a las nueve de la noche llega el silencio.La magia de la radio te lleva por el camino de escoger y quedarte en la estación precisa, no te despegás. Eso era "América de noche", un espacio musical que producía un amigo de la familia, el periodista José Oscar Morán Méndez. 

Fue la radio y las pláticas con mi papá que me hicieron conocer a Morán. Desde su trabajo en Radio América como reportero y el eterno musicalizador de espacios de vacaciones. Los domingos, por ejemplo, se formaba una tertulia telefónica; era hermoso ver al viejo tomar el teléfono y llamar a la cabina de Radio Sonora para conversar con Morán Mendez sobre Atahualpa Yupanqui, Facudo Cabral, Alberto Cortéz, Pablo Milanés. 

Casi no frcuentabamos los encuentros, pero cuando ocurría, recordaban su paso por el Partid Unificación Democrática (UD) o la cobertura de los procesos electorales. Nunca olvido como Morán lo presenaba, con reverencia señorial: "El poeta Félix Cesario, catedrático y fundador del Centro de Documentación 'Ventura Ramos´...", algo así. 

 Lo recuerdo con su radito SONY pegado al corazón y su libreta espiral. Eran infaltables. Me contaba de la necesidad de apuntar cada detalle. 

José Oscar inició en el periodismo comenzando los años 90, en Radio América, dirigió "La Sonora" y pasó a laborar a otra radioemisora acá en Tegucigalpa. 

 El reloj marca las 10 en punto de la noche y no me quda mas que calcular que canción sonaría en este momento, quizás un poco de Tito Fernández (El temucano) o algo de música hondureña o el rock ando roll de los años 60. Nunca hubo distancia, a pesar que hubo diferencias ideologicas con Morán. Para nosotros siempre prevaleció el respeto y nunca hubo reclamos. 

Con el tiempo, me hice periodista y coincidía con él en conferencias de prensa. Siempre me preguntaba por el viejo "¿Y Félix cómo está? es un roble, un tigre". Una vez me tocó denunciar una agresión de la que fue objeto por parte de una funcionaria de gobierno. Era recíproco, él más de una vez se solidarizó conmigo, en los días oscuros de la criminalización en la UNAH. 

Hizo labor gremial, impulsando una asociación de periodistas que no tuvo resultado. pero me consta que se intentó. Comentaba y escribía en su perfíl de Facebook, no siempre estuve de acuerdo con sus apreciaciones, pero uno las leía. 

Es dificil hacerse la idea que ya no está. Que la última v vez que hable con él, fue una videollamada y programamos vernos. "Ahora me llevan tigre, si yo casi me voy", me contó al tiempo que era atendido por los colegas Miriam Elvir y Jairo Landa en su casa. Venía de jugar al esondite con la muerte, al ser hospitalizado. 

 Le escribí y hasta hoy, me duele mucho su muerte (falleció el pasado 03 de julio), porque es un amigo que ya no está. Porque tuve la esperanza que respondiera a la pregunta de Joaquin Sabina y conocer quen le robó el mes de abril. Pero, soñaba con pedirle permiso, para que, al tener mi programa de radio, finalizar con la misma canción que colocaba al cierre de "América de Noche", todos los sábados, Yolanda de Pablito Milanés. 

Recienteente que mi padre estuvo hospitalizado en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), recordé a Morán. Quizá estuvo en la misma sala que el viejo. Las vueltas de la amistad sincera así son.

Hoy solo me queda recordarlo, con su voz gruesa y su risa de niño jodión. Hasta donde su alma descanse, le va mi abrazo de agradecimeinto por lo vivido. Aunque ahora, en la américa de noche persista el silencio.

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