Cubierta principal de Tiempos del Terror, una colaboración de Allan Mcdonald. Llegó la hora de tomarse por asalto la palabra. De arrebatársela a los espurios tribunales empresariales-militares con la estrella azul en su boina rojiblanca. El grito empuja al punto de encarar a quienes hace tres décadas llenaron de sangre, luto y silencio a una hondureñidad que desafió los días y las noches de muerte, ordenadas por las bestias verde olivo y las “Joyas” del terror. Hombres y mujeres, campesinos y campesinas, estudiantes, cayeron abatidos por las “órdenes superiores” que recibía el Doctor de la gabacha roja y el hablado agrio (me baso en lo que he leído y me han contado mis mayores) de disparar las barras y las estrellas de la Doctrina de la Seguridad Nacional (DSN) para exterminar el grito popular. Para desgracia de esto seres moribundos de paz en la actualidad, hay sobrevivientes que decidieron ponerle un punto final al silencio, hoy viven y cuentan su testimonio. Por eso, s
Locura, información y reflexión