Mas que cumplir una medida cautelar, esta firma es una marca de dignidad, para que la lucha de la mujer hondureña no calle en esta justicia patriarcal que impera en el país, dijo Gladys Lanza. Foto: Cesario Padilla Por: Cesario Padilla Eran las 10:45 de la mañana del martes 31 de mayo de 2016, ella esperaba sentada en uno de los sillones de la sala del Tribunal de sentencia en Tegucigalpa. Esperaba que dieran la hora en punto y acercarse a la ventana de secretaría y proceder a firmar el libro que contabiliza el sometimiento a una justicia desigual, especialmente para quienes frontalmente llaman a quienes agreden a las mujeres por su nombre. Al marcar el reloj las 11 de la mañana, se levantó y dijo “ya es hora y dije que firmaría en punto”. Esa voz es la de Gladys Lanza, quien una vez por mes tiene que presentarse a este tribunal, ubicado en el edificio de la Corte Suprema de Justicia en Tegucigalpa. Mientras saludaba a uno de los empleados del área de secretaría, sacaba...
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